sábado, 7 de febrero de 2015

Marvin Capítulo 3 parte 3. "Ambiciones".

Capítulo 3 parte III:
"Ambiciones".

Pasó la noche, y con eso el día siguiente. La señorita Tarles resultó ser una auténtica fiera, para sorpresa de Marvin. Como cada mañana, despedía a su invitada nocturna con la frase: "Esta noche vuelvo a llamarte". Pero que luego, nunca llamaba. Aunque tenía la sospecha de que a la señorita Tarles si iba a llamarla para alguna otra vez. Algo diferente tenía; tras ese apretado vestido negro con volantes y una preciosa cara limpia y con un elegante peinado.
A marvin le hizo pensar: "Sí se pone así de guapa para un carcamal como yo, ¿cómo se pondrá ante un verdadero caballero?"

Ya era la mañana siguiente Éste se retocaba la corbata frente a su espejo, y el descolocado flequillo que le caía sobre las cejas se lo retocaba con laca. Preparado y bien vestido como cada mañana, salió por la puerta, esta vez sin la llamada de Morgan; pero con un mensaje de Gregor:
  "Si necesitas algo estaré en Abbey Adidstance."
  Era bueno saberlo. Abbey Adidstance era una cafetería donde se congregaban altos cargos de los grupos policiales. Entre ellos; Sorbero, Gregor o el mismo Morgan; para hablar de algún caso; ayudarse con rumores o pistas entre cafés calientes y donuts. A Marvin no le gustaba ese ambiente, eso de compartir información de su propio caso. Así que pocas veces acudía.
  Marvin estaba yendo camino al café Master Of Paradise; para su café con bourbon de cada mañana, donde se sentaba con el cubo en sus manos para voltearlo y girarlo haciendo combinaciones sin sentido, buscando pensar... Pensando más allá de sí mismo...
"El disparo a Morgan".
"La forma en la que sometieron al señor Andrews para montarlo en el coche".
"La falsa inválida señorita Clara". Todo eso le pasaba por la cabeza en cada movimiento... ¿Por qué vino Clara a culpar a Theressa Andrews? ¿Por qué fingió ser inválida? Preguntas que rondaban de forma constante y que necesitaba responder; ansiedad y estrés paseaban por su cabeza. Necesitaba otra pequeña raya de cocaina para seguir con el caso...
Morgan le telefoneó con voz urgente; los federales habían detenido al presunto culpable del disparo a Morgan. Marvin se dio prisa para interrogarle; rompiendo con el mono y con todos sus pensamientos y centrándose en el caso.

Marvin llegó y enseñó la placa a izquierda y derecha. Cruzó el pasillo, tomó el ascensor y en un santiamén estaba en la habitación contigua de la habitación interrogatoria.

  -Hey -Saludó Marvin.
  -le esperabamos Detective... Ahí está la basura. -dijo Charles con una taza de café en su mano-. Se llama Adrián González, Colombiano; drogadicto y ladrón. -Charles vaciló, alzó una ceja y miró a Marvin-. Todo un fichaje
  -No por que sea drogadicto tiene que ser basura; -Marvin bromeaba-. míreme a mí
  -usted... Bueno. -Dijo Charles en voz baja mientras se metía la camiseta por dentro-. No es un ladrón ¿verdad?
  -hoy sí; voy a robar el turno a usted, -Señaló Marvin, saliendo de la sala y pasando a la habitación interrogatoria-. voy a interrogarle yo primero
  -Pero Marv... -No dijo más, pues cuando quiso reaccionar Marvin ya había salido-.

Marvin abrió la puerta de la habitación insonorizada y del enorme cristal tintado que se hallaba en la pared, a la derecha de ambos.
  -Adrián González ¿no? -Preguntó Marvin
  -Sí -Adrián Vaciló, sentado con los pies sobre la mesa.
  -Parece que la has liado parda -Marvin se puso serio-. ¿no Joven?
  -Dímelo tú... -Adrián vacilaba-. Viejo
  -¿Viejo? ¿Acabas de llamarme viejo? ¿Tan mal aparento estar? -Preguntaba marvin exaltando los ojos y haciendo exagerados ademanes-. Aún no he tocado ni de lejos los cuarenta.
Adrián fue claro.
  -¿Qué demonios quieres?
  -Algo realmente fácil; -Marvin tamborileó los dedos en la mesa-. Tienes que confesar. A cambio tendrás tres años de cárcel en los que yo mismo te traeré tu dosis diaria, de lo que sea. ¿Trato? -Marvin le extendió la mano.
  -Yo no he hecho nada tío, -frunció el ceño-. me confunden con otro
  -¡Vaya!... Creía que aceptarías. Ahora tendré que hacerlo por las malas. -Marvin se sentó mas comodamente y se reclinó en la silla-. Dame tus manos, pon las palmas hacia arriba, si no eres culpable no tienes nada que temer; si te resistes; prepárate a pasar muchas noches aquí
  -no estoy detenido según el decret... -No pudo acabar la frase, Marvin intervino antes.
  -¿Decreto? Hijo... Cuando empieze este análisis rogarás que te meta en la cárcel más pacífica de la zona
  -Vale... A ver qué se dedica a hacer.

Marvin pidió a Adrián González que extendiera sus manos con las palmas hacia arriba. Marvin se remangó y puso sus pulgares sobre las muñecas; para captar el pulso de Adrián. Comienza el interrogatorio.
  -Dedícate a responder; no te desvíes. Y en preguntas de sí o no, dedícate a Afirmar o a negar; ¿de acuerdo?
  -Sí...
  -¿Dónde estabas ayer a media tarde? -Marvin agitó la mano, un ademán para ajustar la probabilidad-. Sobre las ocho.
  -Trabajando.
  -¿En qué trabajas? -Pregunt rapidamente
  -En... -Titubeó y tartamudeó-. En una carnicería
  -¿Tienes familia aquí? -Lanzó esa pregunta y Adrián se puso nervioso.
  -Sí
  -¿Clara González?
  -No... -Adrián Vaciló-. No la conozco
  -No te he preguntado si la conoces, te he dicho que respondas; sí o no.
  -No.
  -Bueno hijo... No necesito seguir. Si vas a mentie creo que te espera una buena temporada en prisión si no colaboras
  -¿Qué diablos dice?
  -Sabes hijo... -Marvin comenzó a explicar con el cubo en sus manos-. cuando una persona miente; involuntariamiente mueve todos los músculos de la cara; cejas, comisuras labiales, nariz, parpadeos. Tú lo has hecho. Aparte del pulso; al formular la pregunta que te puede meter en una encerrona tienes un pulso más acelerado. Tú lo has tenido, mas acelerado. La voz; el titubeo, la vibración del tono... Sin querer me ha confesado que sí es familiar de Clara, y... Disparó usted a Morgan. Es más, no trabaja; si a las ocho estuviese trabajando en una carnicería, esa carnicería debe ser realmente afamada y conocida por sus ventas, pues todas las carnicerías cierran a las séis; compruebelo. Estoy dispuesto a asegurar qué... Usted mató al señor Andrews; cosa que aún, no sé como, he mirado sus huellas y el tatuaje de su cuello. Significa que perteneces a una banda ¿cierto? Eres un sicario de la banda Skapponers... Por lo tanto viendo sus huellas, qué no tiene; es fácil indicar que se las quemó con sulfúrico, buen método, pero doloroso ¿verdad? Me reitero en decir que usted es el asesino, pero aún no sé cómo.
  -No sabe cómo... Pues hasta entonces detective, creo que debe soltarme. -Entonces el joven se levantó-.
  -pero... -Dijo Marvin en voz alta-. Antes de irse. Déjeme pensar. -Marvin se sentó enfrente con su cubo durante unos minutos, Adrián se impacientaba y justo cuando iba a decir algo; Marvin dejó el cubo con las caras Blanca y Azul completas-. Voy fuera un segundo, déjeme comprobar una cosa...

Marvin salió, y fue a buscar a Gregor, que ya estaba por ahí rondando sin tener nada que hacer.
  -Gregor, ¿puedes comprobar si el chico tiene pertenencias aquí?
  -Una mochila, con un par de geringas, eso es todo
  -Házmela llegar. Quiero comprobar algo.
   Marvin tomó la mochila y miró en su interior... Sorpresa, su rostro estaba lleno de satisfacción. En unas tres horas, hicieron unas pruebas sanguíneas en una de las jeringuillas que resultaba aparentemente vacía.
Marvin, sin explicar el por qué a nadie, entró de nuevo a la habitación interrogatoria; hablando con el chico todos supieron cual fue la adelantada teoría de Marvin.

  -Aropetinol, ¿cierto?
  -¿Qué? -Preguntó el Joven intimidado.
  -Han mirado en tu mochila Adrián; cosas interesantes; una pistola, dos jeringuillas; para uso personal. Y una sustancia aparte en una tercera jeringa, una rara sustancia derramada... Aropetinol, chico listo; no había caído hasta que me dio por pensar. El aropetinol; un suero que duerme brazos o piernas durante unas doce o dieciocho horas. No deja rastro en sangre; en absoluto. Demasiado dificil para el bueno del doctor Swan. Tienes todo en tu contra hijo. Pero... ¿Por qué hacer algo así?
Adrián se derrumbó. Confesó todo a Marvin.
  -Clara... Es mi hermana. Ella se acostaba con el señor Andrews.
Él le prometió casarse con ella y dejarle su dinero. Ella era ambiciosa; más de lo normal. Tuvieron una discusión; él iba a despedirla. Las ambiciones le pudieron a Clara; cambió su facturación; sus ingresos por ordenador a su propia cuenta. Él se enteró y discutieron; ella le dio un golpe brutal en la cabeza. Estaba vivo; me llamó a mí para acabar con él; le subimos al coche y le inyectamos aropetinol. El coche lo abrí de forma que pocos saben
  -La bola detectora de humo... Metísteis el cuerpo inconsciente, pusísteis el coche en marcha por el ordenador; velocidad automática y conducción manual. Accidente garantizado
  -Exacto... Parecía el crimen perfecto; accidente de coche y mi hermana heredando una fortuna de la que yo recibiría gran parte. Pasaron unos días y me enteré que estaban investigando.
Ese poli; Morgan, me perseguía; me puse nervioso y le disparé y con eso me delaté practicamente.
  -Se te olvida una cosa... ¿Por qué ella se inyectó Aropetinol?
  -Yo se lo inyecté... ella, ella quería despistar al poli que la iba a interrogar. Digamos... Aparentar ser inofensiva.
  -Pues lo hicísteis bien. De no ser por que ese poli que investigaba era mi amigo Morgan y yo, Adrián; el más sofisticado; si me permites decirte.
  -Ahora... ¿Qué?
  -ahora mandaremos un coche policial a por tu hermana Clara, y en cuanto a tí...bueno, Lo que dijiste; pudo ser el golpe perfecto, pero os topásteis con Jay Marvin y con Frank Morgan; el poli al que disparaste. -Cambió la mirada a la cristalera tintada de la habitación  y dijo en voz alta-. Que pase la noche aquí... Mañana tendrá juicio. Buscadle un abogado de oficio.

Marvin, el detective Marvin. Agotado; fisica y mentalmente, estaba en su despacho. No era tarde; las siete de la tarde daban en el reloj mientras él estaba con el cubo en sus manos y un vaso de Bourbon con hielo. Aburrido y cansado; se colocó la corbata y se miró el flequillo. Como por la mañana, pero en esa fría tarde noche. Casi sin pedir permiso fue al hospital a ver a Morgan, y a pasar la noche hablando con él. Hasta el día siguiente; en el que Morgan recibiría el alta médica y ambos se pondrían manos a la obra, eso sí; Morgan con un cabestrillo en el brazo. Siguiente caso para el alocado pero efectivo detective Marvin y para el doctor Frank Morgan.

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