Recuerdo perfectamente todo, fue bastante gracioso, los Domingos en casa solían quedar mi mujer y seis amigas suyas a tomar café en la cocina mientras hablaban de cosas de mujeres. Siempre nos hemos preguntado de que hablarían.
Sus maridos que son mis amigos y yo siempre nos lo habíamos preguntado. Nosotros quedamos en el campo de Leo, allí todos los Domingos de cerveceo, de partidas de billar, poker, ver el futbol, beber, barbacoa y mas beber, así cada domingo.
Mi mujer y... Lidia, Sandra, Andrea, Karina, Paola y María; la tocaya de mi mujer pasaban su noche de chicas en mi casa. Lidia es la mujer de Leo; Sandra la mujer de Jose; Andrea la nueva novia de Dani; Karina la mujer de Jacob; paola la mujer de Marcos; y María era la exmujer de Nacho. A pesar de que no son pareja se llevan bien y siguen saliendo de vez en cuando, y si hay ganas de darle alegría al cuerpo se echan una mano, nunca mejor dicho. En resumen, una de esas veces Leo se fué de viaje y como no solemos faltar ningún domingo a nuestras citas de amigos pues ese día dió la casualidad de que íbamos a ver el futbol en mi casa, en mi sótano donde tengo preparado un billar, un mueble bar, congelador, parrilla, la tele para el partido... en fín, sabíamos que con leo o sin él lo íbamos a pasar bién. Ahora lo importante era ir a la cocina a por el mando del aparato este del digital plus, que allí estaba instalado otro receptor, así que mientras los chicos se echaban un billar yo subí a por el mando estando allí mi mujer y las chicas, iva a tocar a la puerta, que estaba entre abierta y se escuchaba todo lo que hablaban... estas amigas de mi mujer... son unas marujas desbocadas, no hacen mas que despellejar a sus maridos, yo procuro no reirme por lo que dicen pero es inevitable.
Que Jacob es un calzonazos, que los pantalones los lleva ella; dice Karina. Y salta Andrea y dice que lo de Dani es temporal, que es un tío inmaduro y que no sabe moverse en la cama. Pero la gota que colma el vaso es Sandra; la mujer de Jose, que dice que ademas de que no dá la talla, su talla, valga la redundancia, es mas bien pequeña, bajo al sotano mirándolos a todos... se me quedan mirando y me dicen; Carlos, ¿y el mando del digital?
A lo que no puedo mas y me río fuertemente con los labios juntos lo que provoca lo que se llama una risa de pedorreta. lo siento pero es tan graciosa la situación, ante sus miradas atónitas me invento una excusa para salir del paso, llevo toda la noche riéndome, muchísimo.
Tuve que poner el Madrid cambiando los canales con la mano desde el digital, veo el futbol pero con esas palabras en mi mente, sigo riéndome yo solo, ya cuando se me está pasando la cantinela nos sentamos a hablar un rato, y salta Dani con que todo le va genial con Andrea y que le dá mucha caña... aquí ya es cuando cojo, me levanto, salgo fuera y trás la puerta me pongo a reir, y reir, y reir, ni en las mejores películas se ha visto algo así.
Tanta risa me dá mucha sed, sed de agua, de la de verdad, y no teníamos agua en el sótano, somos así, nada mas que cerveza y cubatas así que me da por subir y para no molestarlas a ellas, y para tampoco estar toda la noche riéndome de cómo las chicas despellejan a sus maridos pues voy a beber agua al grifo del cuarto de baño.
Trás unos tragos de agua bien fresquita oígo la voz de mi mujer, lo que me hace fruncir el ceño y dejarme con la mosca detras de la oreja, me acerco a la puerta y... vaya, me está poniendo verde, al parecer me llama borracho, y ademas agrega que no la tengo lo suficientemente servidita, pongo cara de impresionado a todo esto... bajo con los chicos y si antes me veían reírme, ahora me ven serio, me preguntan que qué me pasa. "Son todas una marujas y nos despellejan a todos", dije yo, a Dani se le cayó la cerveza al suelo, y se cayó de espaldas cuando le dije que Andrea iba a dejarlo por que era inmaduro y daba poca caña, con esas palabras, el tacto y la delicadeza no son mis fuertes.
"Son unas víboras tío", Dijo Jacob cuando se enteró que su mujer le había llamado calzonazos.
"Tío es normal que nos pongan verdes, todas las mujeres en grupo lo hacen, sacan nuestros trapos sucios", añadió Nacho.
"Y eso de los trapos sucios lo sabes bién no Nacho, he oido como María decía que una vez te cagaste en los pantalones por tus problemas de digestión", dije yo a lo que Nacho enfadado agregó: "Será hija de... calma tío calma...".
Entonces se me ocurrió una idea, le dije a los chicos, llamemos a alguna amiga para que se infiltre en su grupo de chicas y que ella sea nuestro chivo expiatorio, o sea, ella actuaría de topo.
A Leo, que está de viaje, no le contamos nada, pues que llevaba peluquín y era un fantasma eran cosas obvias.
Pasan dos o tres días y hacemos pasar a Marta que es nuestra candidata, ella sentada en un sofá y nosotros de pié explicándole lo que queremos que haga, que se infiltre y nos de detalles de todo de lo que hablan y de las miles de formas en las que nos ponen a parir.
Pasan los días y llega el próximo Domingo, ella infiltrada se presenta a todas, y con una grabadora en su escote le sonsaca las cosas para luego en casa anotar lo más importante para dárnoslo, y ella qué tiene a cambio... es mujer así que simplemente dinero, no cuenta que haya sido mi ex, es una guerra en la que ella nos ayuda por conveniencia.
A pesar de que Marta es como es, una tía dura y sin tapujos nos da las anotaciones y un consejo: "sois patéticos pero os daré un consejo, coged las anotaciones y que os valga para mejorar vuestra relación, así lo veo yo, no vayais a quedaros llorando como nenazas, si me necesitais llamadme panolis".
Así fué la llamamos dos veces más y fueron suficiente, suficiente para cambiar ciertas cosas; Nacho para su problema intestinal, comenzó a cuidarse y a tomar una medicación y ha recuperado la pasión que perdió al separarse de María, ya han puesto fecha a una boda que siempre quisieron.
Dani, maduró de una semana a otra y ahora Andrea quiere estar con él, aún tiene que mejorar en el sexo, por eso acude a clases de sexología a espaldas de Andrea.
Jose hace gala de demostrar que el tamaño no importa, ahora si da la talla y mas junto a Sandra, entrando en el juego y bateando hasta llegar a la última base, varias veces en la noche, con home run incluído, ya me entendeis.
Todos han mejorado y han recuperado o encontrado la pasión, Jacob ya no es un calzonazos, Karina le sigue allá donde vá, y ¿por qué? Por que es tán facil cómo tomarse una copa, no se que tendrá que ver, pero eso dice Jacob.
Y en cuanto a mí, no bebo, y digamos que me podeis llamar iberia; cinco vuelos diarios, pocos descansos, y en varias direcciones, ya me entendeis, de echo espero una hija, sea guapa, o como sea, sólo espero que de mayor, no tenga esa etapa igual que su madre. La de ser una maruja desbocada. Y si lo es, pobre del marido que se eche.
miércoles, 12 de noviembre de 2014
Marujas Desbocadas.
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