Las noches de Chicago, parte 1 de 7.
Parte I: "No recuerdo nada".
Eran casi las diez de la noche, lo recuerdo como si fuese ayer. Me llamo Tommy, y os contaré esta historia.
Corría el 1923, una de esas frías mañanas de Noviembre en Chicago. Recuerdo a ese tipo, Daniel Jacobs, vino a mi local. Un club de striptease con un ambiente cargado de mafia hasta el culo. Barra americana; bebida de importación; chicas semidesnudas bailando, no te enseñan su cuerpo, pero te incitan a llevartela a una habitación. Un pianista judío... qué gustaba mucho a los altos capos de la mafia, se llamaba: Arthur Bonetta.
El negocio iba bien, la ley seca estaba durando más de lo que esperaba. Llevamos tres años con la maldita emmienda que prohibe el alcohol, pero aquí... bueno, tengo mis contactos.
Volviendo a Jacobs... le vi entrar, con su sombrero y su caro traje, pero lo primero que vi, lo que más saltaba a la vista era su corbata blanca sobre una camisa negra.
Eran malos tiempos para la poli y buenos tiempos para la mafia que tenían comprados a la mayoría del cuerpo de policía.
Zhirzheki, mano derecha y consiglieri de Al-Capone; el pez gordo de la mafia en Chicago. Zhirzheki, gobernaba chicago desde la sombra. Era un ruso sin escrúpulos que no tenia duda en sacar un ojo a la mínima falta de respeto que cometían contra el, de hecho nadie le faltaba el respeto. Era sanguinario, fán de los cuchillos, y se le daba bien eso de el crimen organizado. Después están sus secuaces, sus lameculos ,tienen la cara tan pegada al culo de Zhirzheki que huelen a su mierda todo el día, son Bob y Patrick; todo el día van juntos y Patrick es medio retrasado. Luego está la cocainómana de su mujer, Giulia; era Siciliana y mujer de Zhirzheki, es una maldita aspiradora de cocaína, esta más rato esnifando nieve que respirando. Medio Chicago y alrededores han gozado de sus caderas, encima de cocainómana también ninfómana.
Claro... esto explica que Zhirzheki se cargase con sus lameculos a bastantes socios.
Daniel Jacobs... ¿sabéis? las noches de Chicago son complicadas si sales buscando una juerga tú solo. Él estaba recién salido de prisión así que pensó que nada mejor que beber, fumar y conocer a una típica prostituta de los locales cercanos. Así qué, sin saberlo, acudió al mío.
"The Mens Paradise" se llamaba.
Los problemas vinieron rápido. Vió pasar a Giulia, la mujer de Zhirzheky, con la nariz blanca, llena de esa mierda que por moda todos consumían. Daniel le miró el culo apretado bajo ese vestido color marron caoba y esa piel dorada por el sol de la toscana Italiana y a nuestro amigo,se le pasó por la cabeza pasarlo bien con ella pero sólo pudo mirarla. Detrás apareció Zhirzheky que dió un golpe a Daniel casi sin motivo, Daniel, enfadado fué a darle una buena zurra, pero detrás suya aparecieron Bob y Patrick, los lameculos, y le dieron un botellazo en la cara seguido de una paliza brutal que lo dejó en el suelo inconsciente a la vista de todos.
Todo en el local era Jazz, buen ambiente, un piano que sonaba estupendo debido a las manos de Arthur Bonetta y sobre el piano cantaba una preciosa chica con un vestido rosa apretado realzando así sus curvas. Un club de alterne nocturno con bastante clientela selecta, y de bonitas y largas noches de fiesta, donde el color rojo predomina y es esencial y donde destacan las chicas por encima de todo.
Pero parece ser que Zhirzheky se enfadó más de la cuenta, tomó un litro de gasolina y le pegó fuego a la planta de arriba del local, donde tenía montada la zona de diversión para los clientes. La parte de abajo resultó levemente dañada, pero más que nada la parte de arriba que se redujo a cenizas.
¿Yo qué sabía en toda la mierda que me vería envuelto? Yo servía copas y ahora mírame, contando una historia de Mafias; polis; bandas; problemas; drogas y un largo etcétera. Nunca había usado un arma, de hecho el arma más peligrosa que he tenido han sido los dardos que había en el local que ademas tambien se quemaron. Entonces ¿yo qué sé de armas y de meterme en líos?
Ahora es cuando todo empieza.
Fue hace trece años, en 1923 en la que la familia Capone y la familia Varei, (que así se apellidaba Zhirzheki) iban haciendose también con Los Angeles y como dije antes eran casi las diez. Después de la paliza y de que los bomberos apagasen rapidamente el fuego se despertó; magullado, dolorido, borracho... vamos ciego como una cuba. Su mente turbada por el alcohol no le dejaba ver, tampoco los moratones en su ojo derecho por las patadas recibidas, tenía a ese hombre en el suelo de mi local con cristales en su espalda, así que cerré las puertas del club y comenzé a preguntarle cosas. Esperé a que se pudiera levantar pero pensé... acaban de darle una paliza y yo aquí de brazos cruzados, le acerqué una silla, un poco de hielo y lo levanté para sentarlo en la silla.
-¿Quién eres y por que demonios la primera vez que te veo aquí es la vez que ha bastado para que arruines mi local?>>
-no recuerdo nada- me dijo con la voz muy baja y jadeando dolorido me dijo que no se acordaba de nada, que no recordaba quién era. Mierda, tenía el único testigo que pude coger para que el seguro me pagase el destrozo y padece de amnesia... ando bien fastidiado. Él está sentado, su corbata blanca ha pasado a un tono rojizo sangre y su cara es una mueca ensangrentada. Doy vueltas por el local y veo su cartera, la cojo y la abro... ¡MIERDA! este tío es de la pasma, tengo a un poli amnésico en mi local que se cae a cachos por las cenizas de la parte de arriba, ya apagadas. Si quisiera provocar algo así, esto, no me pasaría en un millón de años, pero cuanto mas evito a un poli, más polis me vienen. Encima éste viene como si sacases un Ford de fábrica: recién hecho, sin memoria y seguramente con una familia a la qué cuidar y de la que no se acuerda. lo veo en su cartera, una foto familiar de el, con su hija y su mujer.
A pesar de qué es poli acojo a ese hombre sin memoria en mi planta de arriba, en la cuarta planta, que es mí apartamento particular, mientras duerme curo sus heridas. Sigue descansando y... yo me meto en la boca del lobo y voy a la comisaria a preguntar sobre ese hombre enseñando su identificación.
-Eh, disculpe. Quería saber, quién es Daniel Jacobs, me encontré esta cartera en la calle y quiero dársela personalmente>> dije sacando la cartera.
El hombre alzó la vista tras el periódico y habló extrañado: -¿Jacobs? Sí conozco a ese tipo pero no se la podrá dar, fué policía aquí hace unos siete u ocho años, ahora está en la carcel creo, fué condenado por asesinato en primer grado.
-¿Asesinato? Y dígame, ¿ésta es su familia?
-Sí, lo era. Un tipo violó a su mujer y la mató, y también raptó a su pequeña, la violó y la mató, Daniel se tomó la justicia por su mano y mató al asesino. Está en la carcel a raiz de que se tomó la venganza por su mano y mató al asesino, seas poli o no, no puedes hacer eso.
Cerré la cartera y me fuí, había atado cabos y sacado conclusiones. Quizás él crea qué es poli o quizás se crea que aún su familia sigue viva, ¿quién sabe?, pero le propondré un trato, le ayudaré a recuperar su verdadera identidad y él me ayudará con la reconstrucción de mi local. Creo qué... es un trato justo.
Continuará...
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