martes, 28 de octubre de 2014

La casualidad del coma

Eh...hola, ya se que... quizá no me oigas, estoy aquí hoy hermano, aquí despues de tantos años sin hablarnos, y no tengo palabras que decir, no me sale mas que los recuerdos de por que nos peleamos tan duro aquella vez, estoy aquí sentado y tú ahí acostado con vía respiratoria asistida, estás en coma y no sé que decir... el destino es un cachondo ¿no crées? Once años hermano, once años sin contacto, no sé por qué pero algo me dice que me oyes, y que quieres levantarte o bien a darme un abrazo o a pegarme un golpe fuerte como solíamos hacerlo cuando boxeabamos eh Rocky, aquel combate marcó nuestras vidas, nuestra relación como hermanos, aquel revés fuera de tiempo y aquellos golpes bajos seguidos de disimulados cabezazos... cuanto lo siento ahora hermano, fuimos ambiciosos al querer llegar a la final de el título mundial de los pesos semi-pesados, tanta ambición para que llegasemos a ese combate y nos descalifiquen a ambos por boxear sucio y pelearnos dentro y fuera del ring, llevas seis años aquí tumbado, las cosas han cambiado sabes, Flint Carradine "Katrina Boy" es ahora el campeón mundial de los pesos semi-pesados y Mike Washington es el campeón de los pesos pesados, con la conquista de los tres cinturones, ese tío fué quien me dió una tunda hace ocho años le recuerdas bién, teneis la misma zurda, y Katrina boy es quien te dejó a tí así por ese golpe tan brutal en tu nuca.
Eras muy rapido esquivando, tan rápido que esquivaste su derecha con mucha fuerza y te diste fuerte con su codo izquierdo en tu nuca, un disparate realmente, jamás había pasado algo así, parada cardio respiratoria y de camino al hospital con la vertebra cerca de la zona sensorial del cerebro rota por dos sitios entras en coma y aquí te encuentras hermano...
Los médicos dicen que aunque despertases mañana mismo ya no podrías volver al ring, por que estás muy tocado física y mentalmente, pero bueno... ¿sientes cómo cojo tu mano? Dime algo, una señal, un ápice, un destello para saber que me estás oyendo, mira, ¿oyes esto? Es la canción que ponías al salir de tu vestuario camino al ring, es Bon Jovi hermano, te encantaba Bon Jovi, jamás olvidaré ese día en el que éramos pequeños y papá nos llevó al concierto, yo no lograba ver nada, tu me subiste en tus hombros, siempre fuiste el más alto, el más fuerte y el mejor, por eso seguí tus pasos para boxear, quería ser como tú, sin saber que la rivalidad entre hermanos no es para nada buena.
¿recuerdas cuando se quedó a medias la obra de la fuente en el parque cerca de casa, que siempre ívamos a saltarla por encima a sabiendas de que si caíamos nos haríamos daño? El día que salté más allá que tú y tú caíste te ayude a subir pero con la alegría de que te había ganado saltando, ganarte en algo para mí era lo máximo, esa ambición y esa necesidad siempre me mataba, a la vista está nuestro combate, tu ivas golpeando bién, defendiendo bién y haciendo un buén combate, yo que no daba pié con bola, boxeaba sucio, me costó el combate, la reputación y nuestra amistad, bueno mas que amistad nuestra hermandad, la relación familiar que teníamos antes.
"Renacuajo" siempre me decías "renacuajo" hasta que crecí dos cuartas, cogí dieciocho kilos y me puse mas arriba de tu nivel, pero a pesar de eso, yo era tu "renacuajo".
Cuando me enteré de que estabas en coma no quise saber nada, aguanté por no ir a verte, mamá me llamó y me dijo qué a partir del sexto año podrían estar planeando desconectarte... por qué es un gasto muy elevado, hablamos con el director del hospital y...no es más que un demonio vestido de blanco y corbata, le pregunté que si colaborásemos economicamente y reuniésemos una suma de dinero podrían dejarte más tiempo conectado... y la respuesta fué que tendríamos un plazo de dos semanas a pesar de todo el dinero que se pusiese... te desconectan en cinco días hermano, he vendido mi coche, mis trofeos, mi tele, mi anillo de boda que tenía con mi exmujer, dos muebles, mi juego de boxeo he pedido fondos a la federación para mantenerte con vida pero... es como nadar contra corriente, es como taparse los oidos, por más que te los tapes sigues oyendo al menos un poco, esto aunque queramos frenarlo ya ha pasado por dos juicios y no podemos recurrir a otro más, hemos movido cielo y tierra para que sigas conectado a esa máquina que te da la vida, se que me oyes hermano... no te mueves, no hablas, nada... pero se que me oyes, no te levantarás a darme un abrazo o a pegarme por truncar tu carrera, dicen los médicos que tu coma es profundo, que ya dificilmente despertarás, que perdamos la esperanza, esto ha sido hoy y no se puede hacer nada, te quiero hermano y jamás te olvidaré, ahora agarro tu mano, a lo mejor no lo sientes o a lo mejor sí, voy a darte un beso en la frente ¿vale? Te pido perdon entre lágrimas hermano, once años peleados por mi culpa, jamás me lo perdonaré, me marcho ya hermano, te quiero, me oigas o no tu sabías que te quería.

Se despidió de su hermano dandole un beso en la frente entre lágrimas, iva a partir a Nueva Jersey donde tenía un combate ilegal, cargó su mochila sobre el peso de sus hombros y se disponía a abrir por la gris puerta que daba salida al ancho pasillo de esa planta del hospital cuando de repente...
"Eh, Renacuajo". Se dió la vuelta y vió que su hermano milagrosamente había despertado, de echo había oido toda la charla, se reclinó de la cama y llorando extendió sus brazos a su hermano, estaban perdonados mutuamente. Había despertado, tenían mucho de que hablar y... ¿por que no? De nuevo entrenar juntos.

La Reveladora Melodía.

Está ocurriendo...
Estamos en guerra... y en mi cabeza no hay pensamientos, ni sensaciones, solo la necesidad de coger provisiones, y esa melodía que se repite en mi cabeza una y otra vez, esa molesta melodía que suena a acordes de mandolina y a lo que debe ser una especie de piano junto con un sonido de Smart ciertamente desafinado que a medida que piensas que es una molestia, vas pensando que no quieres dejar de escucharla. Crees que te debilita pero te da fuerza y ganas, te subes al cielo al oírla, parece que sufres jaquecas en la cabeza pero realmente te despeja la mente y te hace concentrarte en cualquier tarea. Es contradictorio y raro, pero cuanto más molesta te parezca, mejor te sientes, te pone eufórico. Donnie Zarko, se repite una y otra vez en las calles, en los megáfonos: "Se busca a Donnie Zarko, se busca a Donnie Zarko". Y así vez tras vez...
Ese al que buscan es a mí, soy el inventor de esa melodía, que como el Dr. Frankenstein se arrepiente de haber creado una persona peligrosa, yo me arrepiento de haber creado una melodía peligrosa. La nombré "Volaremos hasta el sol". Estamos en pleno siglo treinta y dos, y estalla la guerra civil por el control de dos cosas: Parkón; mi mundo, situado a doce lunas de la tierra, donde se vivía hace dos eras; y por el control de "Volaremos hasta el sol". ¿Por qué alguien quisiera tener esa melodía en su poder? Os estaréis preguntando...
Esa melodía no es una música cualquiera. Está probada médicamente para curar heridas, depresiones, tumores. Fue la alternativa a la cura contra el sida y la solución contra la muerte natural; y no solo eso, fue desarrollada para que al entrar en los oídos haga sentir mal, pasando por el tímpano hasta el hipotálamo, y ese malestar que tan solo dura unos minutos acabaría por convertirse en una relajación interna. El cerebro manda órdenes de acabar con toda sensación de dolor y pesar, y si tienes heridas acelera el proceso de cicatrización de días o semanas en tan solo unos segundos.
"Es un virus anticuerpo sonoro en forma de canción que si se usa correctamente puede ser muy útil para médicos y científicos", dijo así Leonard Shaf, presidente de la Organizacion Mundial de la Salud de Parkón. Recalcó varias veces las palabras "correctamente" y "útil".
Él era consciente de que en malas manos podía manipularse para hacer el mal, para generar sonidos que sean dañinos y causen la
muerte, bien para ejércitos, o bien para que los villanos siembren el caos...
La maldición de esa música es que el oído es el único sentido que por más que intentes ocultar no lo conseguirás,
siempre vas a oir, aunque sea un poco, siempre vas a oir. Los demás sentidos sí puedes ocultarlos; la vista, el olfato... Sí puedes ocultarlos, el oído no...
¿O sí? Aquí surgía un interrogante que ya no es ningún misterio... por eso hoy estamos en guerra, tenemos un golpe de estado en Ámazon, uno de los seis distritos. Estamos en guerra
debido a la ambición del general Acuario, que quiere el control de la melodía, y ha dado órdenes de busca y captura sobre mí... El debate venía de semanas anteriores. Se aprobó en el comité de acciones militares que se usaría la melodía contra fuerzas de otros mundos en caso de una guerra interestelar, y surgió el interrogante del que antes se hablaba... La música es para hacer bien, y el bien lo hace a todo el mundo, así que pensaron en manipular su centro, el centro de la partitura de la melodía insertando sonidos gurutriviales que harían debilitar al enemigo, y que a su vez, también a su propio ejército. Pero el general Acuario no es tonto, sabe lo que hace... y con una copia de la reveladora melodía podría hacer dos cosas: llevar a la batalla dos melodías. La original, insertada en los microchips de los hombres de su ejército; y la otra canción, la versión manipulada que al oírla te debilita y te hace más vulnerable, hacerla sonar en el campo de batalla para los combatientes del bando enemigo.
Pero deberían hacer algo
para no oír la melodía manipulada. Para eso sus propios soldados llevarían un biodrive en su última vértebra, la vértebra de estimulación del sonido, incluyendo también auriculares de avanzada tecnología donde sólo escucharían la melodía original y las voces de su general, el general Acuario.
Si todo fuese así, no estaríamos a salvo de nosotros mismos... El general Acuario es codicioso y sé que
intentaría hacerse con el control de Parkón, y si pudiera con la flota interestelar del universo rompiendo así el equilibrio de paz y armonía que une a los
trece planetas con vida de esta nuestra galaxia... Por eso cuando hace dos días me invitaron a una de sus asambleas militares para debatir sobre si el proyecto
"Melody For Combat" se aprobaba yo era quién decidía... Yo era la última persona para desempatar a favor o en contra... Y lo hice... desencadenando odio en el frustrado rostro de Acuario con mi voto...
Ayer se dio la orden de que debía entregar mi melodía, o al menos hacer una igual, porque nadie sabe cómo
interpretarla... Solo yo.

Mi trabajo es la musicoterapia y la musicomedicina, y hasta
el día de hoy soy la única persona que ha compuesto melodías curativas, siempre usándose para el bien. Pero como hay luz también hay oscuridad, y como hay días soleados también hay días de
tormenta. Sabía que el tiempo era mi más preciado tesoro en ese momento. El poco tiempo, mi aliado para huir de Ámazon a Socram, el distrito del norte. Tomé lo más necesario para huir. La melodía escrita a mano la llevaba en una carpeta de cuero cual filósofo en tiempos
del Renacimiento; en mi
mano derecha una Burlot
automática cargada con ciento ochenta cicroproyectiles de expansión dual, en otras palabras, tres balas dentro de una bala que se unen en tu cuerpo, hacen explosión y puf...
adiós. En mi mano izquierda, una granada mini black hole, que como su propio nombre
indica, al explotar desarrolla un mini agujero negro que te
absorbe y te lleva a un lugar del que no podrás salir jamás, donde eres castigado con la
oscuridad y la inmortalidad. A ese lugar lo llamamos Sabbath.
Y faltaba algo imprescindible para salir de Ámazon. Lo llevaba a mis espaldas, mi mochila con provisiones y lo más importante: la ventana teletransportadora. Pero para accionarla necesito altura, y no una altura cualquiera... Salgo de mi habitación
con la serenidad físicamente tranquila, pero con unos nervios múltiples en mi cabeza... Y pienso que...Acuario ha mandado ya a varios de sus hombres en mi
búsqueda, y sabiendo
cómo es... seguramente
haya enviado unos veinte
hombres. Con lo que no
cuenta es que yo tengo la
melodía y que me voy a
poner a escucharla para ser infinitamente superior a ellos. No dudo un segundo en
coger mi biodrive y enchufarlo en mi última vértebra, la vértebra de estimulación de los sonidos.
Bajo las escaleras y en el
pasillo sólo veo luces de
un tono anaranjado dándole vida a ese pasillo marrón y apagado, me detengo y me doy la vuelta. Dos hombres frente a mí, totalmente de negro.
No dejo de oír la melodía cuando también oigo pasos tras de mí. Giro mi cuello y también hay otros dos hombres totalmente de negro. No he sido militar, nunca he matado a nadie pero sin embargo...no temo, es todo lo contrario.
Muestro valentía como nunca antes y en un duelo de balas cruzadas y cargadores gastados salgo milagrosamente vivo, con una herida superficial en el brazo que sé que dejará marca el resto de mi vida pero que ignoro. Un vendaje rápido y unos calmantes y prosigo mi camino hasta la salida del robotizado edificio en el que vivo.
También decir que la melodía rápidamente cura mis heridas, no recordaba el alcance de su poder. Mi parada para el vendaje y los calmantes ha sido una verdadera estupidez en la que no reparé en pensar.
Quito el vendaje de mi brazo y no es ninguna sorpresa, no hay herida ni cicatriz. En mi rostro se dibuja una pícara
sonrisa de satisfacción. No caí en que fuera habría más hombres completamente de negro, así que al tener la mente más abierta -gracias a la melodía- subo de nuevo a la escena del crimen entre esos cuatro hombres de negro que se hirieron a sí mismos debido a mis esquivos. Me acerco a uno de ellos y tomo su traje que lo cubre de pies a cabeza para salir por la puerta como si de la boca de un lobo se tratase.

Drynyks Drynyl, el desarrollador de las tecnológicas puertas llamadas SHA, las tiene bloqueadas con campos de fuerza gravitatoria y no será facil salir de ahí, Acuario ha golpeado primero esta vez.
La vida es una casualidad y una serie de cosas especiales que sino sabes verlas o tratar de entenderlas, jamás entenderás el sentido y el propósito de tu vida, el mayor sentido que ahora mismo tiene la mía es escapar de los afilados dientes de este negro y metafórico lobo.
No hay salida, estoy practicamente cazado salvo por que llevo uno de estos trajes negros, pero el código del traje se asemeja al ADN de quién se lo pone y al acercarme a la puerta se detectará que no soy un soldado y esa puerta dará una alerta al general Acuario, no puedo permitirlo, no puedo permitir que la melodía acabe en las manos de Acuario pero cuanto mas tiempo pasa menos segura está la melodía.

El cuerpo caduca y muere pero el alma, vuela libre por la eternidad de era en era y de milenio en milenio y quién sabe si de mundo en mundo o de universo en universo, o quién sabe si nuestra vida es una espiral que siempre se repite y nacemos y morimos repitiendo así nuestra misma vida una otra y otra vez, conociendo a las mismas personas una y otra vez, nadie lo sabe pero yo estoy apunto de comprobar si hay algo más allá de la muerte, voy a cometer una locura que quizás sea a última... voy a entregarme al General Acuario.

Me acerco a la puerta y comienza la nerviosa alarma a sonar y a dejar perplejos a muchos ciudadanos de Ámazon. Transcurren varios minutos hasta que se despliega un cordón militar rodeándome el General Acuario y varios de los hombres de su ejército llamado Itacca.
Acuario se acerca vacilante y con aire narcisista eleva su cuello mas allá de lo normal y acercandose cada vez mas a mí va sonriendo impulsado por mi estupida decisión de entregarme.
"Dámela" dijo elevando la voz y extendiendo su mano con ese robótico uniforme militar. No me lo pensé, la saqué de mi cartera de cuero y la puse en su mano, sólo le rogué que la usase para hacer el bién, el círculo de hombres uniformados que había sobre mí se disolvió y yo era libre para salir por esa puerta e irme lejos de allí, el se quedó la melodía, pero no saben que no hay nadie que la pueda interpretar salvo yo, y en caso de que encotrasen a alguien, es una simple copia falsa, sin el centro terapéutico no era mas que una molesta melodía, me tomé la necesidad de copiarla hace unos días, ya que sabía que era la única forma de salir de allí con vida...
La melodía seguía sonando en mí, estaba casí en estado de histeria.
Subo la sierra del Juawei en tres minutos, montado en mi aeronave, y ahí, con la nieve por testigo y la oscuridad de la noche sin estrellas abro mi ventana teletransportadora a la altura suficiente de pérdida de gravedad para realizar un salto en el espacio, y llego a Socram donde la luz del cuarto sol me hace tapar el destello de ese grán astro flameante de llamas moradas protegiéndome con mis gafas.
Segun el momento que es y los cuatro días que han pasado en ese salto en el espacio y el tiempo, Acuario no tardará en averiguar que estoy aquí y que le engañé, y vendrá a buscarme el mismo. Todas las ventanas teletransportadoras tienen un micro localizador de saltos temporales y supongo que estará buscándome, pero cuando vuelva a por mí ya será tarde... me abré ido a otro lugar, y cuando siga mi estela, estaré en otro lugar... siempre huyendo de Acuario, tal vez para eso nací, para burlar a la muerte en cada intento, para respirar hondo en cada salto en el tiempo y el espacio, no quiero saber cuando moriré ni pensar en el día en que Acuario me pueda dar caza, pero cuando lo haga...si llegase el día, he dejado la verdadera melodía enterrada bajo una palmera en una playa de Socram, la playa de Guguel, ahí estará a salvo para mi aprendiz, Eteocles, el próximo Musicoterapeuta, que sabe perfectamente donde la he escondido... seguiré huyendo y burlando al general Acuario hasta el fin de mis di... de sus días.
Mi alma, es un alma inmortal que viaja de eras en eras...

CONTINUARÁ...

jueves, 9 de octubre de 2014

Letras Olvidadas.

Esta carta es para tí amada mía, ya empiezo a sentir como se me olvidan algunas cosas y ahora que estoy a tiempo, antes de empezar mi viaje hacia el olvido, quiero que guardes mis recuerdos, en una caja imaginaria, esa caja en tu mente, antes de que la mía comienze a olvidar tus caricias tu olor y el secreto que suele esconder tu mirada.

Quiero que llenes esa caja de recuerdos de los años más dichosos de mi vida junto a tí, de mis recuerdos, de mis noches abrazándote, ese paseo en la playa, en el noventa y tres, es un recuerdo que quiero guardes, desde mis ojos, viéndote a tí sentada y jugando con la arena sobre tus manos y la salada orilla tocando mis tobillos, contigo a mi lado paseando en aquel frío y gris día que visitamos Benalmádena, ese es quizás el recuerdo que más quiero que guardes...
Quiero que recuerdes por mí, hacer que mis ojos y mi mente sean tuyos, que mis recuerdos sean tuyos.
Esa noche, que estábamos en casa bailando un vals, y yo te pisaba por que no sabía, nuestros baños de espuma y nuestros viajes, pronto olvidaré eso... coge esos recuerdos y cuando llegué el día en que no sepa ni quién soy, cógeme de las manos y sácame a bailar que como siempre que bailabamos seguro te pisaré, méteme en la bañera y bañémonos en espuma como siempre solíamos hacerlo, y llévame de viaje a algún sitio que antes de mi enfermedad conocía y que ahora me resultará totalmente nuevo.
Seamos felices, no quiero lágrimas o amargura, no quiero que llores cuando llegue el día en el que te pregunte quien eres, no quiero que estés triste cuando te mire y en mi cara no se dibuje un gesto de alegría o de reconocimiento, pues no seré consciente de que estoy enfermo, no seré consciente de haberte dejado esta carta.
Cuando los medicos me diagnosticaron esta enfermedad, se me cayó el mundo encima, no por temer saber quién soy yo, sino por no recordar quién eras tu.
Ni acordarme de mi pasado, por vivir cada dia un presente diferente y por no saber que pasaría mañana, por olvidar mi propia identidad, todo eso no me importaba, solo me importaba el acordarme de tí.
Temo el día en que el alzheimer me gane la partida al despertar de la cama y te mire a mi lado... y en vez de recordarte, me extrañe por no saber quien eres.
Esta carta, son letras olvidadas, que mas tarde o mas temprano olvidaré. Si hay algo de lo que me lamento es de decir que el día de mi boda sería inolvidable, me lamento por que ya de echo sufro lagunas...no lo recuerdo exactamente bien.
La memoria es un verdadero tesoro que no se puede comprar, no tiene precio, es un dón eso de recordarlo todo a lo largo de tu vida, admiro a esas personas y hasta ahora me admiraba a mí mismo... antes de esta enfermedad que me llena el cerebro de olvido en el tiempo, apenas recuerdo fases de mi infancia, apenas reconozco a mis propios nietos, ni la música que tanto me gusta, ni las películas que siempre estuvieron en mi selección de cine favorito, poco a poco soy una hoja caída del arbol siendo llevada por el temporal hasta que se pierde y es olvidada y pisoteada por el tiempo, ya ni siquiera recuerdo como he empezado esta carta, son las seis de la madrugada ahora mismo y no recuerdo bien lo que cené anoche, ni si tomé la medicación que dicen que frena un poco mi carrera cuesta abajo hacia el olvido, pero para darme la medicación estás tú, por eso no me preocupo...

Quiero que hagas algo, siempre que puedas, quiero que escribas nuestra historia, con todo detalle, y cuando llegue el día en que te pregunte: "¿Qué és ese libro?" Tu me dirás que es la historia de dos personas enamoradas de la vida y enamoradas entre sí, quiero que comienzes a leérmela, poniendo como protagonista a una persona que yo por ese entonces no conoceré.
Hasta entonces, hasta que mi memoria se aleje de mí, mis vellos se pondrán de punta y mi espalda tendrá escalofríos al verte por miedo a perderte de mi mente un día.
Mientras llega ese día, daré gracias a diós por despertar y recordarte, al menos un día más.